Escuela y Alimentación: 2012



Recetas y trucos de comida para niños y niñas

Hay muchos trucos que puedes utilizar para que tus hijos prueben toda clase de alimentos y reciban todos los nutrientes necesarios. Aprende recetas y presentaciones en platos muy divertidas, que capten su atención y les inviten a comer. Conoce truquitos para camuflar la comida, de manera que tus hijos se acostumbren al sabor de los nuevos alimentos.


Recetas ideales para niños pequeños: 


MACEDONIAAunque los niños no suelen mostrar mucho interés por la fruta, la macedonia suele ser uno de sus platos preferidos. ¿Cuál es el truco? ¡Pues su variedad de colores! Un bol de macedonia es mucho más apetecible que una pieza de fruta entera. Además, al añadirle zumo de naranja natural y un poco de azúcar, se convierte en un postre mucho más goloso. 







CREMA DE YOGURT PARA APERITIVOS: Es una salsa perfecta para untar palitos de pan, de hortalizas, crakers, etc. Mezcla medio yogurt natural con media tarrina de queso de untar y añade especias al gusto. 





ENSALADA Y PESCADO: El pan de pita (pan de estilo oriental) puede ser un gran aliado para que tu hijo coma ensalada y pescado. Sólo hay que darle un toque con el tostador y se abre con suma facilidad para rellenarlo de lo que se desee. Un posible relleno es cocinar un filete de atún o de salmón y, una vez frío, mezclarlo con lechuga picada, tomate, etc, y una buena cucharada de mahonesa. Los niños se chuparán los dedos al tiempo que comenvegetales, pescado e hidratos de carbono.





VERDURAS: 


- Salsa de verduras: Pocha en una cazuela abundante pimiento, cebolla, calabacín, zanahoria, etc. Cuando estén dorados, añade4 tomates rallados. Una vez esté todo cocido, pásalo por el pasapuré. Esta salsa es deliciosa y muy rica en vitaminas y antioxidantes. Es un complemento ideal para el arroz o la pasta. El truco está en poner gran cantidad de salsa en el plato, pues cuanta más salsa tome, más verduras variadas estarán comiendo.






- Coliflor empanada: Hierve la coliflor, pártela en pequeños trocitos y pásala por huevo y pan rallado. ¡Seguro que tu hijo piensa que está comiendo croquetitas.





- Sandwich vegetal: Lechuga, tomate, zanahoria rallada… todo vale, siempre que esté cortado en juliana y mezclado con mahonesa.



Recomendaciones para las madres y padres

En la etapa preescolar y escolar, los padres deben tener en cuenta varios puntos a la hora de alimentar a los hijos, como por ejemplo:

  • Adapte su horario a la comida familiar
  • Evite los “picoteos” entre horas, sobre todo si se trata de alimentos ricos en azúcares y grasas (chuches, bollería, patatas fritas)
  • Evite darle o negarle determinados alimentos como premio o castigo
  • Acostúmbrele al agua como bebida, en lugar de zumos artificiales y refrescos dulces
  • Proporciónele una dieta variada rica en verduras y frutas
  • Fomente el ejercicio físico regular
  • Limite el tiempo que el niño pasa frente al televisor a menos de dos horas diarias
  • Evite llevarle a sitios de comida rápida
  • A partir de los cinco años seleccione lácteos semidesnatados, pues contienen los mismo nutrientes y menos grasa de mala calidad
  • Desde el primer día de clase, acostumbre a su hijo a tomar un buen desayuno



Desnutrición Infantil

La infancia se considera una etapa trascendental en el proceso evolutivo del ser humano, y se caracteriza por dos fenómenos: el crecimiento y el desarrollo. Para que todo funcione correctamente en esta etapa, es fundamental mantener una nutrición adecuada. Vigilar la higiene y la alimentación de tu hijo es una garantía de buena salud a corto, pero también a largo plazo. 


Los daños provocados por desnutrición en la infancia pueden llegar a ser muy serios, ya que es la etapa de mayor impacto en el cerebro del niño, y pueden llegar a producirsealteraciones metabólicas y estructurales irreversibles. Sin embargo, la desnutrición infantil no es sólo un problema de falta de alimentos, sino de ausencia de nutrientes esenciales en las células del cuerpo.

Se trata de desnutrición primaria cuando los aportes de nutrientes no pueden ser aportados por la situación económica, cultural y/o educativa de la familia. Hablamos de desnutrición secundaria si los aportes nutricionales son adecuados pero, debido a otras enfermedades, la absorción o utilización de éstos no es la adecuada. La desnutrición por una inadecuada absorción o utilización de los nutrientes deberse a enfermedades renales crónicas, cardiopulmonares, digestivas, pancreáticas o hepáticas, cáncer, errores del metabolismo, etc. 

La pérdida de peso y las alteraciones en el crecimiento pueden ser las principales manifestaciones del mal estado nutricional del niñoPara ello, es importante determinar el grado de desnutrición del niño, mediante las tablas de peso, talla e índice de masa corporal (IMC).

Es muy frecuente que los niños desnutridos sufran infecciones forma continua, llegándose a convertir en la principal causa de mortalidad. Esto se debe a que el déficit de nutrientes altera las barreras de inmunidad del cuerpo, que protegen contra los gérmenes y éstos pueden invadirlo fácilmente. Entre los gérmenes que más frecuentemente atacan a las personas desnutridas están el virus del sarampión, del herpes, de la hepatitis, el bacilo de la tuberculosis y los hongos. 

Frutas, básicas en la Alimentación Infantil

La principal fuente de vitaminas durante el desarrollo del niño son las frutas, por sus ricos aportes en vitaminas, fibra y azúcar. Indispensables para el organismo, es necesario que tu hijo coma en todas las comidas por lo menos una pieza o un pedazo de fruta.

Hay alimentos preparados que ya contienen frutas o vitaminas, aunque esprepararlos en casa de forma natural. Por ejemplo, puedes incorporar pequeños trozos de fruta en elde tus hijos en lugar de comprar yogures de sabores. Si a tu hijo no le gustan los trozos, otra opción es pasarlo por el pasapuré o la batidora.



A continuación, te damos algunos consejos para incluir la fruta en la dieta de tus hijos. Aunque hay muchos niños que comen sin problemas lo que sus padres le dan, muchos otros tienen problemas para comer y probar alimentos nuevos.



- Batidos de frutas: mezclados con yogurt, los batidos quedarán más sabrosos.batidos llevan azúcar, para que resulten atractivos para el niño, y también les puedes incorporar leche.





- Tarta de frutas: prepara un bizcocho y decóralo con frutas y chocolate o nata. Si a tu hijo no le gustan las frutas, se pueden triturar para que pasen desapercibidas. También puedes probar con la gelatina de frutas.





- Zumo de frutas: los zumos son muy nutritivos y apetecibles, sobre todo si se toman recién hechos. A los niños les suele gustar mucho el zumo de pera o de manzana, pero también puedes probar a darle zumos de muchas frutas solas o combinadas. Los de cítricos son algo ácidos y suelen gustar menos, pero con algo de azúcar los niños suelen tomárselo bien mejor. Son necesarios, ya que aportan mucha vitamina C. 




Cantidades Alimentarias entre 2 y 5 años

Para los padres es una gran responsabilidad, y sobre todo intranquilidad no saber, las cantidades justas con las que debe alimentar a su hijo, y mucho menos los alimentos que necesita, yde forma balanceada, para no dar de más o de menos. El tema alimentación es un factor muy importante, que pudeacarrear problemas personales y físicos, en el niño, se debe crear un hábito de alimentación saludable y completo.


Como problemas personales nos referimos, a la el trato que se le da al niño e igualmente la respuesta negativa de él, al obligarlos a comer de más, o lo contrario no darle todo lo que necesite para que quede satisfecho. Y por supuesto, el físico que implica, la obesidad y la desnutrición (por ansiedad), a veces no provocada por el motivo injusto de no dar comida, sino porque el niño se niega a comer.


Aquí tienes una guía de alimentación diaria, para niños de 2 a 5 años, está te permitirá llevar una dieta sana, balanceada y nutritiva. Recuerda que el punto en el que te tienes que enfocar, es que la hora de comer no sea un castigo, tienes que ser firme y a la vez hacerlo divertido; puede sonar ambiguo, pero realmente se puede, con cumplir con un espacio correcto y un ambiente apacible, seguro lo consigues, paciencia ante todo. Debes dar ese punto de de risa, donde le haces saber que la comida está muy buena, pero siempre respetando que debe estar sentado.


Aquí señalaremos por sexo, frecuencia y el tipo de alimento, que se debe dar:



ALIMENTOS
FRECUENCIA
CANTIDAD SUGERIDA
Lácteos bajos en grasa
diario
3 tazas
Verduras
diaria
2 platos crudos o cocidos
Frutas
diaria
2 o 3 unidades
Pescado
2 veces por semana
1 presa de unos 50 gr
Carnes rojas y blancas
2 veces por semana
1 presa de unos 50 gr
Legumbres
2 veces por semana
1 plato chico
Huevos
2 o 3 veces por semana
1/2 o 1 huevo
Cereales y patatas
4 a 5 veces por semana
1 plato chico
Panes
diario
1/2 o 1 unidad
Aceite y otras grasas
diario
1 cucharadita (muy poco)
Azúcar
diario
3 cucharaditas (muy poco)
Agua diaria
diaria
1.5 litros ( 5 vasos)
Aporte calórico
NIÑAS 1250kcal
NIÑOS 1400kcal

Las Proteínas en la Infancia, nutriente básico

Los nutrientes básicos de un alimentación sana viene dados en una pequeña cadena, pero en una extensa variedad de componentes, las proteínas, los hidratos de carbono, grasas y vitaminas. Cada uno aporta una lo que necesita el cuerpo humano para su desarrollo y salud.

A veces se sobreestima la necesidad de proteínas, entendiendo que es un nutriente fundamental para el crecimiento del niño. No obstante, el crecimiento a partir de ciertas edades se va haciendo de manera más lenta y progresiva, por lo que la cantidad de estos alimentos no es tan importante como la que habitualmente se ofrece. Los requerimientos de proteína pasan de 2,2 gramos por kilo de peso y día en el primer semestre de vida, a 1,5 g/ Kg/ día en el segundo semestre, y a 1,2 g/ Kg/ día, de uno a tres años.

El porcentaje de energía aportado por las proteínas a estas edades oscila entre el 10 y el 15%. Esto obliga a considerar en su justa cantidad el suministro de alimentos proteicos al niño (carne, pescado, huevos y lácteos), siendo habitual encontrar raciones de alimentos proteicos que superan el 15% del valor energético total. Para hacernos idea de este hecho, ten en cuenta que si un niño toma dos vasos de leche, 50 gramos de carne, un yogurt y una loncha de jamón cocido a lo largo de las distintas comidas del día, el aporte de proteínas es de aproximadamente 40 g superior a las necesidades del niño de uno a tres años, que se estima es de 1,5 gramos de proteína por Kg de peso y día. 

La deficiencia de proteínas es rara en niños de nuestro país, en parte por la importancia cultural de los alimentos proteicos. Quienes tienen más posibilidades de riesgo de consumo inadecuado de este nutriente son los niños que siguen dietas vegetarianas estrictas, los que tienen múltiples alergias alimentarias o aquellos que ven limitada su selección de alimentos a causa de dietas caprichosas, problemas de conducta o acceso limitado a los mismos. 

Algunos Hábitos para una Sana y Completa Alimentación Infantil.

Unos buenos hábitos alimentarios son el punto de partida para una sana y completa alimentación infantil. Los papás deben tener en cuenta ciertos aspectos que permitan hacer de cada comida un disfrute, y que mantengan las necesidades alimentarias del niño cubiertas.


Los papás deben tener en cuenta que, desde el primer momento que el bebé empieza a comer, son ellos los responsables de crear que buenos hábitos alimentarios.


A partir de los seis meses, el pediatra indica qué tipo de alimentos se deben ir incluyendo paulatinamente en la dieta del bebé. Es recomendable introducir los alimentos de uno en uno, para descartar posibles intolerancias o alergias.






Sigue los siguientes puntos como hábitos que debes proponer, para que la alimentación sea una tarea fácil y de resultados positivos:

  • Disfruta de la comida.
  • El desayuno es la comida más importante del día.
  • Come alimentos variados.
  • Ten en cuenta que los niños necesitan altas cantidades de hidratos de carbono.
  • Propón frutas y verduras en cada comida.
  • Las grasas son necesarias, pero en pequeñas cantidades. Evita las grasas saturadas.
  • Vigila que el consumo de agua y líquidos de tu hijo sea el adecuado.
  • La higiene bucal es imprescindible, ¡cuida que los dientes de tu hijo estén siempre sanos!
  • Invítale a practicar actividades deportivas desde pequeño.


Enfermedades por Mala Alimentación

No existe una cantidad exacta de comida a que debe consumir un niño. Cada niño es un mundo distinto, y sus deseos y necesidades son diferentes. En razón de eso, es el niño el que puede decir, con exactitud, cuánto puede comer. Y no se puede obligarle a que coma más. Ni por las buenas ni por las malas. Normalmente, los niños comen más que las niñas, pero en cuestión de apetito no se puede generalizar.



Alergias alimentarias en los niños

Hay un sinfín de causas por las cuales el niño puede presentar alergias. En este caso, vamos a centrarlas en la alimentación, ya que suele ocupar un porcentaje bastante elevado de alergias infantiles. Aunque los síntomas son corrientes, los antecedentes y el remedio a las alergias alimentarias son dos características a tener en cuenta.

Las alergias, unida a la intolerancia, son reacciones adversas a un alimento, derivado o aditivo que contenga éste. Las reacciones alérgicas suelen tener varios orígenes, como la inmunológica, medida por los anticuerpos, y las reacciones a enfermedades como la celiaca, que no viene más que dada por, rechazo a una sustancia de los alimentos, en este caso el gluten.

Las de manifestación clínica, también llamadas hipersensibilidad alimentaria, es una reacción adversa que presenta el individuo, tras la ingesta de algún alimento, sólo con una pequeña cantidad, presenta algún síntoma de alergia.

Hay una lista larga de los tipos de sustancias contenidas en los alimentos, que tienden a producir rechazo:


  • Enzimática: intolerancia a la lactosa. Sus síntomas son posibles vómitos y diarreas después de tomar leche.
  • Farmacológicas: al ingerir grandes cantidades de alimentos que contienen sustancias químicas, o determinados alimentos que contienen ciertas sustancias a las que no todos los organismos se adecuan, como histama (chocolate, queso, fresas), serotonina (plátano maduro), feniletinamina (chocolate, queso, hígado), dopamina (habas) y optopamina (algunos cítricos).
  • Indeterminadas: se desarrollan por aditivos en los alimentos o sustancias contaminadas.


Los síntomas o reacciones alérgicas son claramente visibles. Entre los más comunes se encuentra la diarrea, ronchas, edemas, cambios de comportamiento y dolor de cabeza.
Es importante introducir los alimentos en la dieta infantil de forma gradual e individual, sobre todo, los que presentan mayores porcentajes de reacciones alérgicas, como los cacahuetes, los frutos secos, los cítricos, los pescados y la leche de vaca.

Intolerancia alimentaria en los niños

Hay una serie de afecciones alimenticias que se pueden dar a lo largo del crecimiento del niño sin ningún signo previo. Si al tomar cualquier alimento, tu hijo presenta una reacción alérgica, debes extremar las precauciones y consultar con el pediatra, tal vez necesites adaptar su dieta.


La intolerancia a los alimentos viene producida por un mecanismo no inmunológico. Puede ser metabólico, en déficit de enzimas involucradas en el metabolismo del alimento,(ejm. déficit de la lactosa, que es la enzima que metaboliza el azúcar en la leche). Puede afectar varios órganos en los niños, porque están en pleno desarrollo, esófago, intestinos.


Hay algunos alimentos con más probabilidades de producir reacciones alérgicas en los niños, como el huevo, el pescado y la leche, y en menor medida, algunas frutas y vegetales. De aquí, también se derivan otras enfermedades, como la intolerancia, la lactosa o la celiaquía.
Algunos síntomas que pueden manifestar intolerancia alimentaria son:

  • Diarreas y vómitos
  • Distensión abdominal
  • Desnutrición y palidez
  • Eczema atópico
  • Anemia

En estos casos, la observación, la prevención y la detección temprana de dichas reacciones son indispensables. Ten especial cuidado si en la familia ya se han dado antecedentes de intolerancia a determinados alimentos.


Recuerda que durante los primeros seis meses de vida de tu hijo, que normalmente corresponden al periodo de lactancia materna, la dieta que lleve la mamá repercutirá directamente en la alimentación del bebé. A partir del seis mes, comienza a introducir poco a poco alimentos sólidos, y en todo caso, evita que tu hijo esté expuesto al humo de cigarrillo u otros alérgenos.

Obesidad infantil

Se trata de la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, y que se puede percibir por el aumento del peso corporal cuando alcanza 20% a más del peso ideal según la edad, la talla, y sexo de la persona en cuestión. 
Para calcular el peso ideal de un niño entre 2 y 5 años de edad, aunque de forma apenas aproximada, hay que multiplicar la edad en años por dos más ocho. Ejemplo: para saber cuánto debe pesar, en media, un niño de cinco años, multiplica la edad (5) por 2 y suma 8. Es decir, 5x2+8=18kg. Insisto que este método no es exacto. Se trata de apenas una ilustración. Lo cierto es consultar y considerar lo que diga el pediatra del niño.

Niños con sobrepeso

Para muchas familias, el tener un hijo gordito, mofletudo, y lleno de pliegues es todo un logro, una señal de que el niño está bien, fuerte, y lleno de salud. Pero los expertos en nutrición infantil no piensan igual. Y van a más: dicen que estas familias están muy equivocadas. Lo que importa no es que el niño esté gordo o delgado. Lo que interesa es que el niño esté sano. Y es ahí donde queríamos llegar. En la última Jornada Nacional sobre Obesidad y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en Madrid, España, se diagnosticó la obesidad infantil como una enfermedad emergente. Tanto en Europa como en Estados Unidos, desde los años noventa hasta hoy, la incidencia de la obesidad infantil se ha duplicado. España se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de niños con problemas de sobrepeso, presentando un cuadro de obesidad en un 16,1% entre menores de 6 a 12 años de edad, superado apenas por los datos de Italia, Malta y Grecia. Un hecho alarmante en una sociedad que lleva en su "currículo" una de las mejores dietas alimentares del mundo: la dieta mediterránea, y en el cual hace solo cinco años presentaba apenas un 5% de menores obesos.
La obesidad infantil viene causada en gran medida por unos malos hábitos alimentarios. En ocasiones, la ansiedad por separación de los papás, el estrés del colegio y de la vida diaria actual hace que el niño vuelque en la comida sus frustraciones. Por eso, es indispensable inculcar pautas sanas de nutrición desde pequeño.


La formación de hábitos alimentarios saludables debe comenzar en los primeros años de vida del niño, porque los hábitos tempranos tienden a mantenerse a lo largo de la vida. El rol de los papás en el desarrollo de estos hábitos saludables es fundamental ya que no sólo se enseña con el ejemplo, sino que también son los responsables de orientar qué y cómo comen sus hijos.
Una alimentación correcta del niño incluye, salvo complicaciones u otras indicaciones médicas, leche materna hasta los 6 meses de vida del bebé como único alimento. Posteriormente, pueden ir incorporándose el resto de alimentos de manera paulatina y siempre teniendo en cuenta la edad del niño y sus necesidades alimentarias.


Ya en la edad escolar, los niños están totalmente empapados de los hábitos alimentarios de la familia, tanto por la calidad como por la forma en que esos alimentos son consumidos. Por ese motivo, las recomendaciones generales para los niños también son importantes para toda la familia.


Hasta hace poco existía la idea que las personas aumentaban de peso sólo por problemas psicológicos, emocionales, o simplemente porque les faltaba fuerza de voluntad para controlarse en las comidas. Hoy se sabe que el aumento de peso es un problema más complejo, que combina factores genéticos, metabólicos, psicológicos y conductuales. De allí, la importancia de lograr identificar los factores que han influido en el aumento de peso, para descubrir cómo pueden perjudicar, o ayudar a controlarlo en forma exitosa.

Anemia Infantil

La falta de hierro en la sangre es la principal causa de la anemia infantil.

La anemia es una preocupación constante de muchas madres. Y no es para menos. Hoy en día, según los últimos estudios, casi un 50% de los niños menores de 3 años de edad presentan esa enfermedad.



La anemia es una preocupación constante de muchas madres. Y no es para menos. Hoy en día, según los últimos estudios, casi un 50% de los niños menores de 3 años de edad presentan esa enfermedad.



Causas de la anemia en los niños.


1- La deficiencia de hierro es la principal causa de la anemia infantil. Una alimentación pobre en alimentos ricos en hierro puede provocar la anemia.

2- Una enfermedad parasitaria intestinal también puede provocar pérdidas de sangre, debido a que sea consumida por los parásitos.

3- La anemia también puede ser producida por alguna enfermedad o infección, como la urinaria, tuberculosis, paludismo, tumores, fiebre tifoidea, leucemia, entre otras.

4- En los casos en que los niños menores de un año tomen leche entera de vaca u otros animales. Una ingestión de leche en esta edad puede producir una pérdida de glóbulos rojos, lo que provocaría una salida periódica de glóbulos rojos hacia la luz intestinal y con el tiempo, anemia.

5- Por la exposición diaria a la contaminación ambiental que producen las fábricas de pinturas, tintes, baterías y talleres de metalmecánica. Esas situaciones pueden llevar a una intoxicación progresiva por plomo del organismo y ocasionar una anemia severa.

6- Algunos antibióticos pueden producir anemia, cuando son usados por largo tiempo. Por esta razón, siempre que el pediatra recete algún antibiótico, cuestione acerca de sus efectos colaterales con él. Siempre es recomendable saber lo que se está tomando.

7- La anemia también puede ser una deficiencia en vitamina B12


Enfermedades causadas por una mala alimentación ¿Cómo se pueden prevenir?


  • Evitar el consumo abusivo de azúcares, grasas, bebidas alcohólicas y practicar deporte.
  • Disminuir la ingesta de alimentos ricos en colesterol como carnes y quesos grasos, huevos,grasas animal, y pescado azul.
  • No tomar aceites que se hayan utilizado varias veces y alimentos ahumados. Estimular el movimiento intestinal, ingerir alimentos ricos en fibra…

 



Dieta de los Escolares

Cuando los niños entran en la escuela, afrontan nuevas experiencias y desafíos. Uno de estas experiencias nuevas es el almorzar, y a veces el desayunar, en la escuela. Hacen más de sus propias decisiones en escoger comidas y en decidir porciones. Este tiempo es bueno para enseñarles de que se constituye una dieta saludable y porque el comer una variedad de comidas es importante para la buena salud.


Dieta Infantil

Edad escolar (de 6 a 14 años)


El desayuno es importante que sea energético desde el primer día de clase. Son recomendables los huevos pasados por agua, el pan con mantequilla, miel, queso mermelada o embutido en constante variación y cereales. Para beber deben tomar leche o infusiones.
El almuerzo de la escuela debe estar de acuerdo con su gusto pero variado.


La comida, en casa o en la escuela, siempre debe ser caliente. Es importante que el niño meriende para salvar las horas hasta la cena. Pueden ser pasteles, productos lácteos batidos o infusiones. La cena debe ser ligera.


Las pautas para alimentar un niño son las mismas que las de un adulto, sólo que con menores cantidades. Trata de seguir un horario fijo, para que tu hijo se habitúe a comer a sus horas y su cuerpo pueda organizarse para asimilar correctamente todos los nutrientes.


Mantén siempre las comidas principales y unos buenos hábitos alimentarios. Si te organizas con un menú semanal, seguro que será más sencillo.

  • Desayuno:
El desayuno es la primera comida después de las horas de ayuno nocturno. Con él deben cubrirse aproximadamente el 30% de las necesidades nutricionales del día.

Un desayuno ideal puede constar de una ración de leche, cereales, galletas, un bizcocho casero o tostadas con mantequilla, mermelada o miel, una pieza de fruta, o zumo. Al principio, tu hijo puede continuar tomando biberón con leche y cereales, pero a partir de los 20 ó 24 meses convienen sustituirlo por la taza y la cuchara.

Es importante variar el desayuno cada día para que no le resulte monótono al niño. Si tu hijo no come lo suficiente por la mañana, puedes complementar su dieta ofreciéndole a media mañana el alimento que faltó a primera hora: por ejemplo, un pequeño bocadillo o unas galletas si no tomó éstos u otros equivalentes para desayunar, o bien una pieza de fruta.
  • La comida:
La comida puede estar compuesta por dos platos o por un plato único. Lo importante es que en la comida estén presentes todos los grupos de alimentos: cereales-pan, pasta-arroz-patatas, verduras, alimentos protéicos (carne, pollo, pescado, huevos, legumbres con arroz), fruta o ensalada, y lácteos. Dos opciones de menú pueden ser:

  1. Primer plato de puré de patatas con verduras. Segundo plato a base de carne, pollo, pescado o huevo. Postre: una pieza de fruta y un yogurt.
    • Plato único a base de puré de verduras con legumbre y un poco de arroz, ensalada,  yogurt o natillas.
    • La merienda:
    Después de varias horas sin comer, la merienda tiene que contener un aporte energético suficiente para que el niño continúe activo hasta la hora del baño, pero no debe ser tan copiosa como para que les quite las ganas de cenar. Muchos niños prefieren seguir con la papilla de frutas hasta cumplidos los dos años, pero otros prefieren comer algo más consistente, como una loncha de jamón york. En todo caso, debes evitar que tu hijo abuse de dulces o productos preparados, que aportan muchas calorías y pocos nutrientes.


    La merienda de tu hijo debería contener dos de los siguientes tres grupos de alimentos: frutas, pan o cereales y lácteos.


    Una posible merienda puede ser macedonia de frutas con yogurt, una rebanada de pan con loncha de queso, o jamón york con pan y zumo de frutas natural.

    • La cena:
    Después del baño, la cena debe tomarse un rato antes de irse a la cama.


    El menú a esta hora será similar al de la comida, pero no olvidemos que:


    Ofrece a tu hijo menos cantidad de alimentos.
    Evita los alimentos muy energéticos o de difícil digestión.
    No repitas los alimentos que ha tomado a mediodía, exceptuando las verduras.


    Los purés y las sopas son la mejor elección para la hora de la cena. Antes de ir a dormir, puedes darle a tu hijo un vaso de leche o un yogurt para completar su aporte diario de lácteos (debe estar sobre los 500 ml.)


    El desayuno, lo más importante
    El desayuno es la comida más importante del día para un niño, ya que le proporciona la energía necesaria para afrontar las tareas matinales. Además, equilibra el reparto diario de alimentos. Hay que tener en cuenta que un niño debe estar correctamente alimentado porque la mala nutrición puede dar lugar al cansancio muscular, a la fatiga psíquica y, a largo plazo, a contraer enfermedades más fácilmente.






    Un buen desayuno debe aportar alrededor de 500 calorías. Los alimentos más recomendados son: la leche, el pan, cereales y frutas frescas. También aportan buena calidad nutricional los vegetales, yogures, quesos, jamón, aceite de oliva y frutos secos. Se deben evitar comidas grasas, bollería industrial, refrescos y bebidas estimulantes, como el café o el té. Si se lleva algún alimento al colegio para tomarlo en el recreo, se debe procurar que sea como complemento al desayuno y no como sustituto. En cualquier caso, siempre será mejor una fruta que algo de bollería.





    Malos Hábitos de Nutrición

    Los malos hábitos alimentarios son los que derivan trastornos alimentarios, que se pueden convertir en enfermedad. Los cambios físicos en el organismo pueden causar ciertos trastornos en el niño como falta de respiración,  palpitaciones cardiacas rápidas, etc.

    Derivados y condimentos poco recomendables para los niños

    Seguro que tienes muchas preguntas sobre qué alimentos le puedes dar de comer a tu hijo y cuáles no. Conoce los aportes de cada alimento y regula su consumo en función de las necesidades de tu niño. 

    • Leche desnatada y derivados: el consumo generalizado de leche desnatada en niños pequeños no está justificado desde el punto de vista nutricional, salvo expresa indicación médica. La leche desnatada conserva la misma proporción de proteínas, azúcares (lactosa) y calcio que la entera, aunque está desprovista de grasa, nutriente energético básico para el buen funcionamiento y desarrollo orgánico de los más pequeños, así como de las vitaminas disueltas en la grasa, llamadas liposolubles, como las vitaminas A y D. La vitamina D es necesaria para la absorción del calcio y para su depósito en los huesos.
    • La sal: no deben salarse excesivamente las preparaciones culinarias (ni al cocinar ni al ingerir los alimentos), con el fin de acostumbrar al niño al sabor propio de los alimentos. Una correcta educación del paladar desde la infancia evita los dificultosos cambios de hábitos a los que se ven obligados los adultos que necesitan reducir la cantidad de sal en su dieta diaria. La recomendación de reducir el consumo actual de sal está justificada, sobre todo si consideramos su pobre participación en la consecución del equilibrio nutritivo.


    Los embutidos en la dieta de los niños

    En almuerzos y meriendas es común preparar bocadillos con embutidos para los niños. El embutido forma parte de la dieta mediterránea, pero ¿te preocupa que  pueda causar alguna reacción a tu hijo? 

    La única charcutería que se debería admitir a edades tempranas es el jamón cocido y el jamón serrano magro (sin el tocino). Además del jamón cocido, se pueden encontrar en el mercado otros derivados cárnicos que guardan muchas similitudes con este producto. Es el caso de la paleta de cerdo cocida, cuya presentación y sabor son buenos, y su precio es comparativamente menor al del jamón cocido. El jamón cocido es un producto de gran valor nutritivo, rico en proteínas de alto valor biológico y con un contenido graso relativamente bajo, comparado con los diversos embutidos.

    Existen sucedáneos de jamón cocido de menor calidad nutritiva, en los que se autoriza el añadido de féculas, proteínas y otras partes del cerdo, además de aditivos, para formar un conglomerado o pastel compacto que constituyen los denominados fiambres de jamón. Del mismo modo, en el mercado  puedes encontrar fiambre de paleta de cerdo, y fiambres de pavo o pollo, dependiendo de los ingredientes utilizados. Ambos productos, jamón cocido o salado, consumidos una o dos veces por semana, son suficientes para contribuir a la diversificación de la dieta de tu hijo.

    Los embutidos, por su parte, son derivados cárnicos ricos en grasa, de contenido proteico variable según los ingredientes utilizados. Son embutidos tradicionales el chorizo, el salchichón, la mortadela, el salami, la butifarra, la sobrasada, etc.

    Los seis errores más comunes a la hora de alimentar a los niños

    Una nutricionista infantil destacó que muchos padres creen que su tarea es lograr que los chicos coman algo, pero en realidad es hacer que coman alimentos sanos.

    Muchos padres se sienten atemorizados cuando sus hijos se encaprichan con no comer tal o cual alimento, por lo que "piensan que su trabajo es lograr que sus hijos coman algo. Pero en realidad su trabajo consiste en servirles una variedad de alimentos sanos".

    Así, señaló una serie de errores, seis para ser más claros, que comenten muchas veces a la hora de darle de comer a sus hijos.

    El
    primero de ellos es no permitir que los niños ingresen a la cocina, por miedo a que se lastimen con los instrumentos. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Columbia reveló que aquellos menores de edad que ayudan a cocinar sus alimentos son más propensos a llevárselos a la boca.

    Otro, en este caso el segundo, es esconder las cosas deliciosas de los niños para evitar que coman demasiado, lo que provoca que se las pretenda más aún. Por ende, el consejo que se les da a los padres es, directamente, no llevarlas a su casa.
     
    El tercer error es presionarlos para que prueben todo tipo de alimentos, ya que los menores de edad reaccionan a la inversa y, finalmente, no quieren comerlos, aunque haya una recompensa posterior.

    A continuación aparece el cuarto: servir verduras aburridas. Por esto debe entenderse verduras hervidas sin otro agregado, lo que provoca que los niños no quieran comerlas. El consejo entonces es "adornar" las verduras.

    La quinta falta es someterse a régimen delante de los niños, quienes tienden a imitar a los padres.

    Finalmente, el
    sexto error es abandonar la lucha para los chicos prueben de todo. Por ende, hay que seguir preparando alimentos sanos y presentándolos en las comidas.