Escuela y Alimentación: Dieta de los Escolares



Dieta de los Escolares

Cuando los niños entran en la escuela, afrontan nuevas experiencias y desafíos. Uno de estas experiencias nuevas es el almorzar, y a veces el desayunar, en la escuela. Hacen más de sus propias decisiones en escoger comidas y en decidir porciones. Este tiempo es bueno para enseñarles de que se constituye una dieta saludable y porque el comer una variedad de comidas es importante para la buena salud.


Dieta Infantil

Edad escolar (de 6 a 14 años)


El desayuno es importante que sea energético desde el primer día de clase. Son recomendables los huevos pasados por agua, el pan con mantequilla, miel, queso mermelada o embutido en constante variación y cereales. Para beber deben tomar leche o infusiones.
El almuerzo de la escuela debe estar de acuerdo con su gusto pero variado.


La comida, en casa o en la escuela, siempre debe ser caliente. Es importante que el niño meriende para salvar las horas hasta la cena. Pueden ser pasteles, productos lácteos batidos o infusiones. La cena debe ser ligera.


Las pautas para alimentar un niño son las mismas que las de un adulto, sólo que con menores cantidades. Trata de seguir un horario fijo, para que tu hijo se habitúe a comer a sus horas y su cuerpo pueda organizarse para asimilar correctamente todos los nutrientes.


Mantén siempre las comidas principales y unos buenos hábitos alimentarios. Si te organizas con un menú semanal, seguro que será más sencillo.

  • Desayuno:
El desayuno es la primera comida después de las horas de ayuno nocturno. Con él deben cubrirse aproximadamente el 30% de las necesidades nutricionales del día.

Un desayuno ideal puede constar de una ración de leche, cereales, galletas, un bizcocho casero o tostadas con mantequilla, mermelada o miel, una pieza de fruta, o zumo. Al principio, tu hijo puede continuar tomando biberón con leche y cereales, pero a partir de los 20 ó 24 meses convienen sustituirlo por la taza y la cuchara.

Es importante variar el desayuno cada día para que no le resulte monótono al niño. Si tu hijo no come lo suficiente por la mañana, puedes complementar su dieta ofreciéndole a media mañana el alimento que faltó a primera hora: por ejemplo, un pequeño bocadillo o unas galletas si no tomó éstos u otros equivalentes para desayunar, o bien una pieza de fruta.
  • La comida:
La comida puede estar compuesta por dos platos o por un plato único. Lo importante es que en la comida estén presentes todos los grupos de alimentos: cereales-pan, pasta-arroz-patatas, verduras, alimentos protéicos (carne, pollo, pescado, huevos, legumbres con arroz), fruta o ensalada, y lácteos. Dos opciones de menú pueden ser:

  1. Primer plato de puré de patatas con verduras. Segundo plato a base de carne, pollo, pescado o huevo. Postre: una pieza de fruta y un yogurt.
    • Plato único a base de puré de verduras con legumbre y un poco de arroz, ensalada,  yogurt o natillas.
    • La merienda:
    Después de varias horas sin comer, la merienda tiene que contener un aporte energético suficiente para que el niño continúe activo hasta la hora del baño, pero no debe ser tan copiosa como para que les quite las ganas de cenar. Muchos niños prefieren seguir con la papilla de frutas hasta cumplidos los dos años, pero otros prefieren comer algo más consistente, como una loncha de jamón york. En todo caso, debes evitar que tu hijo abuse de dulces o productos preparados, que aportan muchas calorías y pocos nutrientes.


    La merienda de tu hijo debería contener dos de los siguientes tres grupos de alimentos: frutas, pan o cereales y lácteos.


    Una posible merienda puede ser macedonia de frutas con yogurt, una rebanada de pan con loncha de queso, o jamón york con pan y zumo de frutas natural.

    • La cena:
    Después del baño, la cena debe tomarse un rato antes de irse a la cama.


    El menú a esta hora será similar al de la comida, pero no olvidemos que:


    Ofrece a tu hijo menos cantidad de alimentos.
    Evita los alimentos muy energéticos o de difícil digestión.
    No repitas los alimentos que ha tomado a mediodía, exceptuando las verduras.


    Los purés y las sopas son la mejor elección para la hora de la cena. Antes de ir a dormir, puedes darle a tu hijo un vaso de leche o un yogurt para completar su aporte diario de lácteos (debe estar sobre los 500 ml.)


    El desayuno, lo más importante
    El desayuno es la comida más importante del día para un niño, ya que le proporciona la energía necesaria para afrontar las tareas matinales. Además, equilibra el reparto diario de alimentos. Hay que tener en cuenta que un niño debe estar correctamente alimentado porque la mala nutrición puede dar lugar al cansancio muscular, a la fatiga psíquica y, a largo plazo, a contraer enfermedades más fácilmente.






    Un buen desayuno debe aportar alrededor de 500 calorías. Los alimentos más recomendados son: la leche, el pan, cereales y frutas frescas. También aportan buena calidad nutricional los vegetales, yogures, quesos, jamón, aceite de oliva y frutos secos. Se deben evitar comidas grasas, bollería industrial, refrescos y bebidas estimulantes, como el café o el té. Si se lleva algún alimento al colegio para tomarlo en el recreo, se debe procurar que sea como complemento al desayuno y no como sustituto. En cualquier caso, siempre será mejor una fruta que algo de bollería.





    No hay comentarios:

    Publicar un comentario